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21 para el 21

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21 para el 21

Por Gregorio Jácome Moreno

Un lector consumado como Jorge Luis Borges decía que el verbo leer era similar al verbo amar y al de soñar, otros lectores ven a la lectura como una especie de escapatoria del mundo para adentrarse en ideas distintas, en tiempos y mundos ajenos, don Alfonso Reyes, que tenía en su biblioteca una silla construida especialmente para leer afirmaba que la vida se extingue mientras que los libros permanecen. En nuestra era digital donde el libro tradicional esta predispuesto a ser sustituido, surgen políticas desde el Estado para fomentar el dichoso hábito y evitar que las letras impresas mueran ante las plataformas tecnológicas que proliferan en la webosfera.

 

Se trata de la colección 21 para el 21, editada por el Fondo de Cultura Económica. Son 21 títulos debidamente seleccionados que abarcan la narrativa y el ensayo, autores mexicanos como Octavio Paz, Carlos Monsiváis o Luis González y González forman parte de esta colección imprescindible en el estante de cualquier amante de la lectura, sin embargo, esta concebida para llegar a los lugares más apartados del país y difundirlos prioritariamente entre la población juvenil y fomentar la lectura y el conocimiento en cada rincón de México.

 

Estamos hablando de un tiraje de 100,000 ejemplares cada uno, es decir, se van a imprimir 2 millones 100 libros, lo más valioso es que el dinero con que se solventa el proyecto no sale del presupuesto del Fondo de Cultura Económica lo cual afectaría los proyectos editoriales en curso, los 45 millones de pesos de inversión para la publicación de la colección 21 para el 21 provienen del  Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, por lo que creo que nunca antes un recurso público recuperado haya sido mejor utilizado, ósea, los malandros que saquearon en el pasado nunca se imaginaron que el dinero que alguna vez sustrajeron se ocupara para publicar libros.

 

Nunca un gobierno ha emprendido la publicación de libros masiva aparte de los libros de texto gratuitos, salvo lo realizado por el maestro José Vasconcelos cuando fungía como Secretario de Educación de Álvaro Obregón. Mandó a publicar la famosa colección de libros clásicos, eran unos libros verdes con autores como Homero, Platón o Plutarco con el sello de la Universidad cuyo lema “Por mi raza hablara el espíritu” fue acuñado por el propio Vasconcelos creía que solo a través de la cultura el pueblo tendría acceso a un estatus superior. La izquierda de esa época reprochó al maestro diciéndole que la lectura era un hábito burgués minoritario, pero Vasconcelos les contestó que dicha la idea la había tomado del gobierno ruso pues en la URSS Máximo Gorky había hecho lo mismo: la publicación de libros masivos para repartirlos como si fueran pan a la clase proletaria.

 

De allí que el gobierno de la 4ª Transformación, inspirado en Vasconcelos y Gorky haya comenzado la publicación y la distribución masiva de esta colección, la cual sin duda estará en los libreros de los lectores ávidos, pero también en la bibliotecas públicas, en las escuelas rurales, en los sindicatos y en las asociaciones, en fin, en cada lugar donde haya un alma lucida predispuesta a recibirlos, pues la lectura a parte del placer en sí que significa, también nos hace libres, y con ello, como decía Borges, amamos y también soñamos.

Pero mi edición de los clásicos llegó al pueblo, y de paso fue la mejor propaganda en favor de México, pues no se había hecho nada igual en castellano, y no existe persona culta de habla española que no haya admirado la colección o la haya bendecido por el bien que hizo a los humildes y por la honra que dio a la patria…”.