Especial

Alianzas

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De cara a la elección del año próximo en que votaremos por gobernador y diputados locales, todo parece indicar          que las cosas se irán complicando en la medida que la fecha se acerque.

Demasiado viciado se encuentra el ambiente político estatal con tanta pifia del propio ejecutivo, al tomar decisiones que lejos de alcanzar la unidad, han propiciado un ambiente no solo de división sino de abierta confrontación.

 

Es un hecho que el gobierno actual está obstinado en dar continuidad a un proyecto transexenal que inició con Fidel Herrera y que Duarte pretende perpetuar al imponer a sus incondicionales, además con la intención que le cuiden la espalda cuando concluya su ejercicio.

 

La lucha al interior del PRI es encarnizada, pero cuando se defina el candidato, cualquiera que éste sea, se habrá de enfrentar al candidato que salga por la alianza PAN-PRD, misma que ya se aprobó, paradójicamente el mismo día del informe del gobernador.

 

Sin duda, el candidato a gobernados por esta alianza PAN-PRD, será Miguel Ángel Yunes Linares, el enemigo número uno del actual gobierno, cuyo discurso ha sido el de meter a la cárcel a los corruptos.

 

La lucha por el poder es atroz, tanto, que ideológicamente sería inverosímil que dos partidos, históricamente opuestos, se pusieran de acuerdo para ir juntos en una elección en Veracruz. Solamente la intención de acabar con un régimen, a todas luces,  ineficiente y poderoso, ha podido unificar a la derecha tradicionalista con la izquierda radical.

 

En esta visión, desde luego que encontraremos posturas encontradas. Por un lado podemos decir que es romper doctrinas y desconocer la historia. Por otro, que es la única manera de sacar al PRI del gobierno, después del daño que le han hecho a Veracruz los últimos gobernantes. (Hay instituciones y hay hombres).

 

El PAN históricamente ha sido la oposición desde 1939, año en que fue fundado por Manuel Gómez Morín, como un partido político laico, de ideología humanista, afín a las ideas tomistas y de la Democracia cristiana. Sus estatutos establecen que su posición ideológica es el Humanismo Político. Considerado como un partido de Derecha.

 

Por su parte el Partido de la Revolución Democrática o PRD se funda el 5 de mayo de 1989, con una ideología política de izquierda, el cual fue iniciado por políticos que pertenecían a la Corriente Democrática del PRI, y a la fusión de 6 fuerzas políticas de Izquierda a nivel Nacional: Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), Partido Socialista Unificado de México (PSUM), Partido Patriótico Revolucionario (PPR), Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), Unión de la Izquierda Comunista (UIC); más adelante se unen a la fusión una parte de la militancia del Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Podríamos agregar que ahí iban también comunistas y cardenistas.

 

El agua y el aceite, diríamos en otros tiempos. Filosóficamente opuestos, ahora los veremos unidos para disputar una elección de pronóstico reservado.

 

Esas alianzas, surgidas como un mecanismo para la transición democrática con el único fin de obtener el poder a como dé lugar, fueron autorizadas por los órganos electorales desde 1990 con la creación del Instituto Federal Electoral.

 

Los militantes “puros” de cualquier partido, ven con escepticismo tales acuerdos. Sin embargo han sido claves para obtener gubernaturas en estados que siempre habían sido ganados por el PRI.

 

Por cierto, se supone que el PRI pretende ir en alianza o coalición con el AVE, el PES, el Partido Cardenista, el PVEM y PANAL. No se ha oficializado, pero no es difícil que así sea.

 

Por todo, será una elección sui géneris, donde el ciudadano podrá expresar su sentir, que representará su aprobación a la forma actual de hacer política o su rechazo rotundo y su inclinación por una alternancia que parece impostergable.

 

En el altiplano parece ser que la consigna es dejar que las cosas sucedan, sin que se vea interés de intervenir para corregir o solucionar el viciado ambiente político.

 

Por lo que se refiere a las candidaturas a diputados locales, con esas alianzas se complica las designaciones, por lo que no se puede predecir cómo serán manejadas. Es otro tema. Solo queda esperar y ser simples espectadores hasta que llegue la hora de la verdad.

 

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