Crónica Coatepecana

El Patrimonio Histórico de Coatepec: La iglesia del Sagrado Corazón de Jesús

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CRÓNICA COATEPECANA

Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros

jesus_bonilla1@hotmail.com

(Tercera parte)

La recaudación de alhajas y limosnas durante el día en que se colocó la piedra fundamental, fueron utilizadas para mandar a manufacturar posteriormente un cáliz a la ciudad de Puebla y costear el trabajo de los albañiles por cuatro semanas. Completaron los eventos del día de la inauguración, el montaje de un pequeño teatro al lado de la obra y la escenificación de algunas piezas de contenido religioso. En punto de las cinco de la tarde la Danza de Santiagos y la danza de los Mecos, ejecutaron los bailes de sus respectivos sones.

Durante el año de 1829 se continuaron los trabajos con limitaciones económicas y debieron de suspenderse por cuestiones políticas durante ocho meses, retomándose la construcción casi a fin de año. El día 30 de enero de 1831 se realizó la fundición de la campana, evento que tuvo lugar en la Hacienda de Zimpizahua, el maestro fundidor fue don José María Rodríguez quien cooperó con parte de su trabajo. La campana alcanzó un peso de 13 arrobas y 13 libras, cuyo traslado fue realizado por los peones de la mencionada hacienda hasta las puertas del templo, en medio de la quema de cohetes, arreglos florales, enramadas en forma de arco para las calles y la participación de una banda de música.

Entre las personas que más apoyaron para la construcción del templo, podemos citar: a los albañiles que costearon el “arco toral”, doña Carmen Ballesteros de Bonilla aportó los recursos para la primera bóveda, el segundo arco fue por contribución de don Francisco Ponciano Rebolledo, tercer arco don Francisco Arrieta, cuarto arco don Antonio Castillo, quinto arco don Ciprian Alba y el último por parte de don Mateo Lovillo y don Albino. La segunda bóveda se debe al apoyo de don Juan José Rebolledo, la tercera bóveda a cuenta de don Lorenzo Ángel Domínguez, la cuarta bóveda por parte de don Mariano García y la última por el apoyo de los señores Pascual y  Domingo García. Por último la cúpula fue financiada por los señores Cosme Rebolledo, Javier Arias, Joaquín Rebolledo y Vicente Murrieta.

Hacia el año de 1832 fueron notorios los avances en la construcción del templo, casi hasta su conclusión. Aparte se mandaron a fundir el día primero de septiembre otras dos campanas en la Hacienda de Zimpizahua, la primera con cincuenta arrobas de peso y la segunda que corresponde a la esquila pequeña. Ambas campanas fueron trasladadas con mayor entusiasmo hasta el templo, lugar donde se desbordó la alegría de la población por su llegada y el evidente avance constructivo del edificio.

En los primeros meses de 1833 se redobló el esfuerzo para concluir el templo y en el mes de marzo se llevó a cabo la bendición de la torre y sacristía, se subieron las campanas y se solemnizó el evento con fuegos artificiales, para concluir con el primer repique de las campanas del nuevo templo, a las siete de la noche.

Continuará…

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