Ars ScribendiPLUMAS DE COATEPEC

RALLY INFANTIL “TIERRA DEL LIQUIDAMBAR”

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RALLY INFANTIL “TIERRA DEL LIQUIDAMBAR”

La mañana fresca, soleada y el aire soplando suavemente en toda la montaña. Desde la cima se apreciaban risueños los tejados de las casas del pueblo, un vago toque provinciano. Una vez más se dieron a la tarea de reforestar el bosque de niebla, conocer qué tipo de árbol pertenece a esta tierra, para seguir poblando la arboleda en el cerro de las culebras, siempre altruista y responsable la señora Leticia Arriaga Stransky, cada uno de sus pasos es una esperanza para estas verdes áreas que desean vivir teñidas de verde.

En el parque Temático, no fue la excepción, pues Kheyla Priego Arias, incansable en sus sueños por cultivar, dar mantenimiento a este espacio de recreo, organizó un Rally Infantil llamado “Tierra del Liquidámbar”, un instante poético para los jovencitos, cada uno leyó un poema dedicado a la naturaleza. Kheyla, hizo notar su gracia y talento con el ya conocido poema, “A Coatepec, que es mi tierra. Ella se preocupa por embellecer este suelo y colabora con su granito de arena que, con toda seguridad, pronto florecerá. Inquieta por naturaleza, sabe que la poesía si se entrelaza con el campo, es mucho más sensible para los sentidos y las emociones humanas.

Kheyla Priego Arias.

En el grupo conformado por: Kheyla Priego Arias, Jesús Castillo, Allison López, la fotógrafa Leticia Arriaga Stransky, bióloga Romina Yitadi Médina, Juan Enmanuel Contreras, y el señor Miguel Andrade, se desarrolló una enriquecedora y educativa conversación acerca de la reserva ecológica, de que se debe de trabajar duro para conservar este pulmón por el cual respira lentamente el pueblo de Coatepec para vivir con carga de oxígeno.  

            La bióloga Romina Yitadi, embelesó a los presentes con su plática acerca de las aves (ella ofrece talleres de observación a las aves). Por medio de su canto, se sabe de qué dirección surge el graznido, a que altura y es posible lograr una comunicación que se adivina por el movimiento de los cuerpos, cabeza y alas que poseen los pajarillos. No todos forman nidos en las alturas, algunos en partes medias o bajas incluso en el suelo, todo va en función de las características de las aves, pero todas son maravillosas y su canto es la música que mueve el viento en los ramajes y a ras del valle. En el cerro de la culebra, es común familiarizarse con los Luis gregarios, cuyo nombre científico se conoce Myiozetetes; los carpinteros chéjeres, Melanerpes; Oropéndola de Moctezuma, Peserrocolius, Chachalacas, Ruiz señor, primaveras, calandrias, entre muchas especies migratorias que en determinadas épocas del año visitan esta región. Se debe de aprender a observar las aves, de tal manera que se logré una conexión con ellas, de esa manera se puede conocer mucho más acerca de sus conductas, pero es bueno no perturbarlas sino dejarlos expresar su libertad a la que tienes derecho porque para eso nacieron.

            Kheyla, después de su declamación, se le vio ahoyar con pala y pico en el parque temático, pues sabe que, si une su fuerza a la de los demás, se agiliza el trabajo que pronto se verá reflejado en el fruto anhelado. La sangre de Coatepec circula por sus venas, porque día a día se enamora más de este pedacito de vergel que yace en las entrañas de Veracruz.

rafaelrojascolorado@yahoo.com.mx